Publicado 16 de agosto de 2024 en Prácticas Agrícolas por VeryAgro
El hierro es un elemento crucial para la salud de las plantas. Cuando las plantas no tienen suficiente hierro, se desarrolla una afección llamada clorosis férrica, en la que tienen hojas de color verde pálido y amarillo. La clorosis férrica es bastante frecuente en las plantas de interior, y no siempre es fácil deshacerse de ella. En este artículo veremos todos los aspectos de la clorosis férrica en las macetas de plantas de interior. Veremos por qué se produce, formas de prevenirla y tratamientos para ella.
La clorosis férrica es el resultado de un nivel insuficiente de quelatos de hierro en el suelo. El hierro es importante porque ayuda a transformar la clorofila de un grupo de pigmentos verde claro a un grupo de pigmentos verde más oscuro. El hierro también regula la producción de enzimas de las plantas y determina la cantidad de clorofila que se obtiene de la luz solar. Cuando no hay suficiente hierro en el suelo, empieza a aparecer un color amarillo pálido en las hojas de la planta, llamado zeaxantina, y esta afección se conoce como clorosis férrica.
Hay varias formas de prevenir la clorosis férrica. Una forma es elegir plantas para la maceta que sean menos susceptibles a ella. Busca plantas que necesiten menos hierro y que, en general, sean más sanas. Además, evita utilizar tierra para macetas contaminada que pueda no contener los minerales necesarios.
Para mantener los quelatos de hierro en la tierra, es crucial que utilices el abono correcto. El abono normal tiene mucho nitrógeno y fósforo, y menos hierro. Para solucionar este problema, puedes utilizar abonos de liberación lenta, o abonos especiales con hierro. Estos abonos especiales liberan hierro durante un largo periodo de tiempo y ayudan a garantizar que la tierra tenga lo necesario para mantener sanas tus plantas.
Tratar la clorosis férrica suele implicar añadir un suplemento de hierro a la tierra de la planta. Este suplemento puede encontrarse en forma líquida o granulada, y se recomienda que sigas las instrucciones de dosificación del envase. Una dosis estándar es de unas dos cucharaditas de hierro por cada 100 pies cuadrados de tierra.
Además de suplementos de hierro, también puedes añadir otros nutrientes como nitrógeno y potasio. Esto puede ayudar a mejorar el suelo y garantizar que tus plantas absorban todos los nutrientes necesarios de la tierra.
La clorosis férrica es una afección frecuente en las macetas de plantas de interior que se produce por falta de hierro en el suelo. Para prevenirla, debes elegir plantas sanas y utilizar el tipo correcto de abono. El tratamiento de la clorosis férrica suele consistir en añadir un suplemento de hierro a la tierra. Siguiendo estos pasos, puedes ayudar a mantener tus macetas de interior sanas y libres de clorosis férrica.