Publicado 27 de noviembre de 2025 en Prácticas Agrícolas por VeryAgro

La agricultura hidropónica es un método popular y eficaz para cultivar hortalizas como tomates, lechugas y pepinos. Sin embargo, no mucha gente sabe que las cebollas también pueden cultivarse mediante este método. En este artículo se hablará de los beneficios del cultivo hidropónico de cebollas, de cómo se hace y de los retos que plantea.
El cultivo hidropónico de cebollas ofrece varias ventajas. Los cultivos se desarrollan en un entorno controlado, lo que significa que el suelo, el agua y los nutrientes pueden personalizarse para optimizar el crecimiento de las cebollas. Esto permite obtener mayores rendimientos y una calidad constante del cultivo. Además, los cultivos se cultivan en una superficie vertical, lo que puede ayudar a producir un uso más eficiente del espacio. La ausencia de tierra también significa que las malas hierbas y las plagas son menos problemáticas y, por tanto, se reduce la necesidad de pesticidas químicos. Esto hace que el cultivo hidropónico de cebollas sea una opción más ecológica y sostenible que el cultivo tradicional.
El primer paso para cultivar cebollas hidropónicamente es determinar la mejor ubicación para el cultivo. Es ideal una zona con buena ventilación, luz suficiente y una temperatura constante de unos 75-85°F. Las cebollas deben cultivarse en un sistema de cultivo de película de nutrientes (NFT), que consiste en hacer fluir una solución de nutrientes sobre las raíces de las plantas. La solución nutritiva debe tener un buen equilibrio de nutrientes, como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio. Además, el nivel de pH del agua debe estar en torno a 6,5 para garantizar que las cebollas puedan absorber los nutrientes con eficacia.
Una vez instalado el sistema de cultivo, se pueden plantar las cebollas. Los bulbos o plantones deben estar separados unos 10 cm, y debe utilizarse una buena capa de medio de cultivo, como musgo sphagnum o vermiculita, para ayudar a sujetar las plantas. La solución nutritiva debe ajustarse con regularidad para garantizar que se suministran los niveles correctos de nutrientes.
Uno de los mayores desafíos del cultivo hidropónico de cebollas es acertar con el momento oportuno. Las cebollas deben plantarse en otoño y dejarlas crecer durante el invierno. El cultivo estará listo para la cosecha en primavera, pero el momento exacto dependerá de la variedad de cebolla que se cultive, así como de factores como la temperatura y los niveles de luz. Además, hay que tener cuidado para no contaminar la solución nutritiva con bacterias u otros patógenos, ya que esto puede tener grandes efectos sobre la calidad del cultivo.
Otro reto del cultivo hidropónico de cebollas es la necesidad de supervisar constantemente el sistema de cultivo para garantizar que se suministran los niveles correctos de nutrientes y luz. Esto puede llevar mucho tiempo y resultar caro, sobre todo para explotaciones a gran escala. Además, los costes iniciales de instalación de un sistema de cultivo hidropónico pueden ser bastante elevados, aunque el potencial de mayores rendimientos y cosechas de mayor calidad puede compensar este gasto inicial con el tiempo.
El cultivo hidropónico de cebollas ofrece varias ventajas, como mayores rendimientos y una calidad constante de las cosechas. También puede ser una opción más ecológica y sostenible que el cultivo tradicional. Sin embargo, hay varios retos que hay que superar para tener éxito en el cultivo hidropónico de cebollas. Con los conocimientos, el equipo y la atención adecuados, es posible producir cebollas de excelente sabor mediante este método.