Publicado 17 de febrero de 2025 en Accesorios de Agricultura por VeryAgro
Las plantas y los cultivos son esenciales para la producción de alimentos, y hay que protegerlos contra los efectos nocivos de la infestación. Las plagas de los cultivos son insectos nocivos, hongos patógenos, bacterias causantes de enfermedades, oomicetos u otros organismos que invaden los cultivos, consumen nutrientes y causan pérdidas importantes a los agricultores. En este artículo, repasamos las principales plagas y su respectiva protección de cultivos para prevenirlas o eliminarlas.
Insectos herbívoros: Estas plagas son de las más importantes. Los insectos herbívoros son aquellos que se alimentan de hojas, raíces, tallos, semillas o frutos. Pueden dañar el cultivo directamente al alimentarse de él o indirectamente al vectar las plantas para virus o hongos. Algunos de los insectos herbívoros más significativos son los lepidópteros, hemípteros, dípteros, coleópteros y trips.
Nematodos: Son gusanos diminutos, translúcidos y redondos que viven en el suelo. Se alimentan de células de la raíz, debilitando la planta, reduciendo su crecimiento y causando la pudrición de las raíces. Los nematodos son un grave problema en numerosos cultivos, como patatas, tomates y zanahorias.
Bacterias: Existen innumerables especies bacterianas que pueden causar plagas en los cultivos. Éstas pueden causar diversos problemas en las plantas, como manchas foliares, rayas en las hojas y marchitamiento. Algunos de los cultivos bacterianos más dañinos del mundo son las especies Xanthomonas, Pseudomonas y Stewartia.
Hongos: Como la mayoría de los cultivos se cultivan en un ambiente húmedo, el desarrollo de hongos en los campos es un problema habitual. Los hongos patógenos pueden causar daños importantes en las raíces, hojas, tallos y frutos, afectando al rendimiento del cultivo.
En general, es crucial utilizar un enfoque de gestión integrada para controlar las plagas de los cultivos. Esto implica cultivar cosechas que estén adaptadas a las condiciones climáticas en las que se desarrollarán, así como observar y respetar procedimientos que minimicen la interacción con las plagas potenciales. Éstos incluyen cultivar plantas compañeras o disponer las filas de forma que no fomenten el aumento de la propagación de las plagas.
Además, también es importante utilizar métodos adecuados para un control eficaz de las plagas, que pueden incluir métodos físicos, biológicos y químicos. El control físico incluye la eliminación de plantas infestadas y la prevención de la contaminación del suelo y los residuos. El control biológico implica el uso de enemigos naturales de las plagas, como parasitoides, depredadores y patógenos. El control químico implica la aplicación de insecticidas, fungicidas y otros productos químicos a los campos para destruir o prevenir la propagación de las plagas.
La producción de alimentos depende de la capacidad de los cultivos para crecer de forma saludable. Por eso es esencial mantener los cultivos y protegerlos de las plagas. Debemos vigilar los cultivos para detectar problemas y tomar las medidas adecuadas con antelación. Además de adoptar medidas antipestes, también debemos utilizar un enfoque integrado para minimizar los daños de las plagas. Siguiendo estos procedimientos, es posible minimizar los daños de las plagas y aumentar los rendimientos de los cultivos de forma sostenible.