Publicado 9 de mayo de 2025 en Prácticas Agrícolas por VeryAgro
El cultivo de la nuez, también conocida como Juglans Regia, es una de las prácticas agrícolas más antiguas. Su popularidad aumenta en todo el mundo y es un cultivo muy rentable. Las nueces son originarias de Asia y, en pocos siglos, se han extendido por Europa y América.
El proceso de cultivo del nogal se parece al de otros árboles frutales, incluida la poda, la fertilización y el control de plagas. Pero, tiene características únicas que lo convierten en un cultivo interesante. Este artículo detallará las técnicas de cultivo del nogal y los diferentes factores involucrados.
El nogal es un árbol milenario, por lo que su manejo debe realizarse con las previsiones de un agricultor experimentado. En general, requiere frío y algo de humedad. Las temperaturas óptimas para el crecimiento del suelo y del árbol se sitúan entre 10 y 27° C, aunque el árbol se adapta a otras latitudes.
El nogal puede alcanzar hasta 45 pies de altura y 40 pies de diámetro en su copa. Su sistema radicular es la parte más delicada del árbol y es importante no dañarlo al podar o cavar. Los nogales tienen raíces profundas que pueden extenderse hasta 30 pies desde el árbol, y pueden extraer del suelo un número significativo de nutrientes.
El nogal se puede plantar a partir de semillas, comenzando con un pequeño agujero lleno de tierra. Sin embargo, para usos comerciales, es mejor utilizar árboles en maceta con una altura de 100 a 150 cm. El agujero debe ser lo bastante profundo para que las raíces lleguen al fondo y tengan espacio lateral, y lo bastante ancho para que las acoja.
A menudo se recomienda utilizar sustratos orgánicos para plantar nogales, ya que estos materiales permiten que el árbol crezca más fácilmente. Después de plantar el árbol, hay que regarlo constantemente hasta que se establezca. Una vez que el árbol haya establecido un sistema de raíces fuerte, el riego sólo debe realizarse durante los periodos más secos del año.
Los nogales es esencial, pues fomentará la formación de la copa y la producción de nuevos brotes. La mejor época para podar es durante los meses invernales, alrededor de noviembre-diciembre para la mayoría de las variedades. Es importante empezar por las ramas más bajas, antes de pasar a las superiores. Después de cortar las ramas sobrantes, hay que estar atentos a las hojas que se marchitan. Estas hojas deben retirarse inmediatamente para evitar enfermedades.
El abonado del nogal también es importante para favorecer un mejor crecimiento y producción. El árbol debe abonarse al menos una vez al año con un abono de liberación lenta. Es importante evitar una fertilización excesiva, ya que puede provocar la quema de las raíces. Pasados unos años, hay que podar el árbol para favorecer una mejor producción, manteniendo al mismo tiempo la copa abierta al aire y a la luz solar.
Las nueces son especialmente vulnerables a diversas plagas y enfermedades. Las plagas más comunes son los barrenillos de la corteza, la mosca de la corteza de la nuez y los pulgones. Para controlar estas plagas, es importante vigilar periódicamente el árbol, ya que esto permitirá al productor detectar las infestaciones con antelación. Una vez identificadas las plagas, pueden aplicarse insecticidas orgánicos para controlar su población.
Las enfermedades también son motivo de preocupación en los cultivos de nogal, y la podredumbre de las raíces por fitophtora es una de las más problemáticas. Esta enfermedad puede controlarse mediante riegos regulares y evitando el exceso de agua, ya que el hongo responsable de la enfermedad es más probable que ataque cuando la zona de las raíces está excesivamente mojada. Además, también es importante evitar plantar nogales en zonas con un drenaje deficiente.
El nogal requiere al menos seis años antes de que empiece a producir frutos, y se obtiene una cosecha completa transcurridos 10-15 años. La cosecha de nueces se suele realizar a mano y tiene lugar a finales de septiembre o principios de octubre. Las nueces más grandes son las primeras que se recogen, ya que tienden a caer del árbol cuando aún están verdes. El resto de las nueces hay que retirarlas manualmente del árbol.
Las nueces deben almacenarse en un espacio fresco y bien ventilado para evitar la proliferación de mohos e insectos. También es importante mantener las nueces a oscuras, ya que la exposición a la luz puede reducir su tiempo de almacenamiento. Antes de guardarlas, hay que limpiarlas e inspeccionarlas para eliminar cualquier daño o contaminación.
El cultivo del nogal es una actividad muy gratificante, ya que ofrece a los agricultores un cultivo lucrativo que requiere un nivel moderado de cuidados. La poda, la fertilización y el control de plagas y enfermedades son actividades esenciales para un cultivo adecuado. A continuación, son necesarias técnicas de recolección, almacenamiento y postcosecha adecuadas para preservar la calidad del producto, garantizando precios de mercado de primera. Una vez realizadas estas tareas, el nogal es conocido por su resistencia, proporcionando un rendimiento comercial a largo plazo para los productores.