Publicado 29 de noviembre de 2024 en Prácticas Agrícolas por VeryAgro
Las patatas son una de las hortalizas más consumidas y cultivadas en todo el mundo. La producción y el consumo mundiales de patatas aumentan cada año, y este crecimiento se observa en las zonas agrícolas de muchos países. Lamentablemente, el aumento de la producción y el consumo también significa una mayor exposición a las enfermedades de la patata. Estas enfermedades pueden aniquilar rápidamente cosechas enteras y tener efectos potencialmente devastadores sobre la economía. En este artículo se expondrán las principales enfermedades que afectan a la patata, los síntomas y los tratamientos para controlar y prevenir estas enfermedades.
El tizón temprano es una enfermedad común que ataca a las patatas en condiciones cálidas y húmedas. Esta enfermedad fúngica puede aparecer al principio de la temporada de crecimiento y extenderse rápidamente. Está causada por el hongo Alternaria solani, que provoca la formación de manchas oscuras parduscas o negruzcas en las hojas de la planta de la patata. Estas manchas se harán más grandes y numerosas a medida que avance la enfermedad, y acabarán por hacer que las hojas se marchiten y mueran. Las patatas afectadas por el tizón temprano pueden tener un rendimiento reducido y de mala calidad.
Para controlar el tizón temprano, los agricultores pueden utilizar fungicidas. Las buenas prácticas agrícolas, como la rotación de cultivos, también son eficaces para impedir que aparezca la enfermedad. Los restos de cosecha deben destruirse para evitar que se propague el hongo.
Otra de las principales enfermedades que afectan a la patata es el tizón tardío, causado por el hongo Phytophthora infestans. Esta enfermedad puede aparecer en cualquier momento de la temporada de crecimiento, pero es más dañina en condiciones frías y húmedas. El tizón tardío se manifiesta en forma de manchas irregulares empapadas de agua en las hojas y tallos de la patata. Estas manchas se volverán marrones rápidamente y estarán rodeadas por un halo verde-amarillento. Las patatas infectadas también pueden presentar una decoloración marrón rojiza. Si no se trata, el tizón tardío puede provocar pérdidas totales de la cosecha.
Al igual que el tizón temprano, las buenas prácticas agrícolas como la rotación de cultivos y la evitación del riego excesivo pueden ayudar a controlar el tizón tardío. Además, los fungicidas pueden utilizarse tanto como medida preventiva como de tratamiento.
El tizón por Verticillium es un hongo que afecta a una gran variedad de cultivos, entre ellos la patata. Esta enfermedad se manifiesta primero con un amarilleo general de las hojas, seguido de marchitamiento y muerte. Las patatas infectadas pueden tener un rendimiento reducido y de mala calidad. El tizón por Verticillium es especialmente dañino en condiciones cálidas y húmedas.
Para controlar esta enfermedad, los agricultores deben practicar un buen drenaje y aireación en sus campos. La rotación de cultivos y otras buenas prácticas agrícolas también pueden ayudar a prevenir la propagación del hongo. No existen fungicidas eficaces para controlar el tizón por Verticillium.
El tizón bacteriano es una enfermedad muy dañina para las patatas. Está causada por la bacteria Ralstonia solanacearum. Esta enfermedad se manifiesta primero con marchitamiento y amarilleo de las hojas, seguidos de la muerte. A continuación, las bacterias se extenderán a los tubérculos de patata, provocando una decoloración marrón. Las patatas infectadas pueden tener un rendimiento reducido y de mala calidad. El tizón bacteriano puede ser especialmente devastador en condiciones cálidas y húmedas.
No existe ningún tratamiento eficaz para el tizón bacteriano. El mejor método para controlar y prevenir esta enfermedad es mantener los campos libres de residuos y practicar un buen drenaje. No se ha demostrado que los fungicidas sean eficaces contra el tizón bacteriano.
La sarna común es una enfermedad causada por una bacteria del suelo del género Streptomyces. Esta enfermedad aparece por primera vez en forma de pequeñas lesiones redondeadas y corchosas en la patata. Las plantas también pueden presentar signos de marchitez y amarilleo. Las patatas infectadas pueden tener un rendimiento reducido y de mala calidad. La sarna común puede propagarse tanto en suelos húmedos como secos.
Aunque no existe un método eficaz para controlar la sarna común, las buenas prácticas agrícolas, como practicar un riego y una fertilización adecuados, pueden ayudar a reducir el riesgo de propagación de la enfermedad. Los fungicidas no son eficaces para controlar la sarna común.
Como importante cultivo, la patata es vulnerable a una serie de enfermedades que pueden causar pérdidas importantes y reducir la calidad de la cosecha. La mejor forma de prevenir y controlar las enfermedades de la patata es mediante buenas prácticas agrícolas como la rotación de cultivos, el riego y el drenaje adecuados, y la gestión de restos de cosechas. Cuando sea necesario, pueden utilizarse fungicidas para controlar y prevenir algunas de las enfermedades de la patata más dañinas. Tomando medidas proactivas para controlar y prevenir las enfermedades de la patata, los agricultores pueden contribuir a garantizar que sus cosechas permanezcan altas y que sus beneficios estén protegidos.