Publicado 14 de julio de 2025 en Prácticas Agrícolas por VeryAgro
Preparar el suelo antes de plantar un árbol frutal es extremadamente importante. La preparación adecuada del suelo contribuirá a una cosecha de mayor calidad y hará que el árbol sea mejor para hacer frente a las plagas y enfermedades. La preparación del suelo antes de la cosecha se ocupa de cómo preparar mejor el suelo antes de romperlo.
En primer lugar, es importante saber qué condiciones son ideales para los árboles frutales. La mayoría de los árboles frutales requieren un suelo bien drenado, y algunos prefieren un suelo ácido. La mejor manera de saber qué tipo de suelo funcionará mejor para el patrón es utilizar un análisis de suelo. El análisis de suelo adecuado ayudará a los agricultores y jardineros a comprender qué nutrientes son necesarios para que el árbol crezca de forma saludable.
Una vez conocidas las enmiendas adecuadas, es preciso añadirlas. El compost y el estiércol bien descompuestos son buenas opciones para mejorar la calidad del suelo. El compost y el estiércol ayudan a mantener una gran cantidad de microorganismos en el suelo, que el árbol frutal puede utilizar para crecer. Al utilizar estas enmiendas, es importante recordar que no hay que abusar de ellas. Si se abusa de ellas, se producirá una compactación del suelo, que es perjudicial para el crecimiento de las raíces.
Otra cosa a tener en cuenta al preparar el suelo para un nuevo árbol frutal es el control de las malas hierbas. Las malas hierbas pueden superar fácilmente a un pequeño árbol frutal y absorber todos los nutrientes del suelo. Existen muchas técnicas diferentes de control de malas hierbas, desde herbicidas químicos hasta arrancado a mano. Utilices el método que utilices, es importante estar al tanto del control de malas hierbas. Las malas hierbas pueden volver rápidamente, especialmente cuando se acaba de labrar el campo.
La compactación del suelo también puede ser un gran problema. Un alto nivel de tráfico peatonal o de maquinaria pesada puede provocar la compactación del suelo, que puede ser un gran problema para el desarrollo de las raíces. Antes de plantar un árbol frutal, lo mejor es voltear siempre la zona de terreno para aflojar el suelo. Si el suelo se ha compactado, añadir yeso al suelo puede ser de ayuda. El yeso no sólo es ligero y esponjoso, sino que también ayuda a romper las demás capas de suelo y a hacerlas más porosas.
Los agentes humectantes pueden ayudar a mejorar el suelo. Estos productos ayudan a mantener el agua en la superficie del suelo durante más tiempo. Por supuesto, la cantidad adecuada de agua es importante, sea cual sea la siembra. Un exceso o un defecto de riego puede causar estrés al árbol.
Para que los árboles frutales tengan más probabilidades de crecer sanos y producir una cosecha abundante, es importante preparar el suelo para el nuevo árbol. Esto puede incluir una prueba de suelo, la adición de compost o estiércol bien descompuestos, el control de las malas hierbas y el seguimiento de la compactación del suelo. Con la preparación adecuada del suelo, un nuevo árbol frutal tendrá una tasa de éxito mayor.